2 ¿Por qué bostezamos? ¿Por qué se contagia?

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¿Por qué bostezamos? ¿Por qué se contagia?

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Cuando iba a primero de primaria, una mañana de clase normal, se me ocurrió bostezar desde mi mesa. El profesor, Don Víctor Manuel, que no tenía ni un pelo de tonto, me vio como por arte de magia. Me preguntó pues, que cuál había sido la causa de mi bostezo: si bien tenía hambre, estaba aburrido o tenía sueño. Dije una por decir. Dije que estaba aburrido y para colmo mío, me sacó a la pizarra delante de todos mis compañeros a bailar. Me acuerdo de esta anécdota precisamente porque me hizo pasar mucha verguënza.
                                               
 Pero, volviendo al tema, ¿por qué bostezamos? ¿Hay una base científica fiable que lo explique? Hace unos años se sostenía que nuestro organismo nos hacía bostezar para coger una gran bocanada de aire cargada de oxígeno porque faltaba oxígeno en nuestra sangre. Otra teoría decía que bostezamos porque hay exceso de químicos en el cerebro o porque nuestro cuerpo necesita regular la temperatura.

Todas las anteriores son teorías sin fundamento y de hecho, se han realizado experimentos para demostrar su no validez. La que yo defiendo consiste en el sueño como origen del bostezo. En muchas manadas de animales de muchas especies se tiene la "manía" de bostezar a la hora de dormir para comunicar a los demás miembros de la manada que se va a acostar en ese momento y así sincronizar el tiempo de sueño. Nosotros hemos heredado muchas facetas de esas especies anteriormente mencionadas debido a la evolución y el bostezo es una de ellas.

Ahora bien, ¿cómo se contagia? ¿Por qué cuando bosteza uno, de repente empiezan a bostezar todos a su alrededor? La causa del bostezo quizás no esté demasiado clara ni comprobada definitivamente. Sin embargo, si se sabe con certeza por qué se contagia. Cuando bostezamos tenemos por costumbre pedir disculpas por la falta de educación pero no deberíamos porque al bostezar se activa una zona de nuestro cerebro estrechamente relacionada con la empatía. Así que bostezamos porque estamos identificados con el que bosteza y se deja ver que tenemos un gran conocimiento sobre la realidad que vivimos. En definitiva, mostramos empatía por lo que nos rodea con esta simple acción.

Ójala hubiese sabido esto cuando el profesor me preguntó...